sábado, 14 de julio de 2012

¿Es posible volver a una suerte de control global durante el principio del Siglo XX (con la Primera Guerra Mundial) hasta la caída de la URSS? - Garzón Huila, junio de 2012


¿Es posible volver a una suerte de control global durante el principio del Siglo XX (con la Primera Guerra Mundial) hasta la caída de la URSS?

Con la desagregación de la URSS para el año de 1991, así como con la caída del Comunismo que originó el final de su hegemonía en Asía y en parte de Europa, se pudo vislumbrar un nuevo orden mundial en torno al dominio en su sistema internacional por parte del Capitalismo liderado por los Estados Unidos de Norteamérica, nación que gestó a partir de este momento prosiguió en solitario un desarrollo geopolítico cuyo objetivo estaba encaminado a controlar a todas las naciones del mundo.



Por lo tanto, si bien el mundo había permanecido dominado por una lógica geopolítica sobre la base de los designios de dos grandes potencias, con lo han sido EEUU y su modelo Capitalista, y por otra lado la extinta URSS obre su desarrollo Comunista, lo es de la misma manera que dicho dominio de tendencia bipolar ha sufrido mutaciones que han terminado en irradiarse en un dominio multipolar, y esto sobre la base de que nuevos actores han entrado a mostrar su intención de mantener un control del desarrollo geopolítico, tal y como está dándose por parte de algunos países de Asia.



Todo ello fundado en el surgimiento de nuevas potencias que concomitantemente a las dos primeras, han implementado un sistema y una política encaminada a nuevas ambiciones mundiales en especial respecto del acceso a los recursos energéticos de hidrocarburos tal y como sucede con China, así como Irán y Corea del Norte frente al acceso de un estatuto de potencia nuclear.



El advenimiento se produjo en Asia, siendo el control geopolítico liderado por una nueva potencia tal y como lo es China, país que implementó alianzas en pro del desarrollo energético, alianzas estratégicas que realizó con la India, Pakistán e Irán tendientes a un control sobre la base energético nuclear. Por lo tanto a ese control geopolítico liderado por EEUU y la hoy Rusia se ha sumado el llevado a cabo por China, este último quien junto con otras naciones ya mencionadas mantienen el control en Asia Central.



No así, podemos decir lo mismo de Europa donde en la actualidad se ha generado un efecto dominó respecto de la crisis económica de Grecia y su metástasis hacia otros países de la Unión Europea, entre los cuales se tienen a España y Bélgica. A parte de esto, en América Latina se muestra un control geopolítico del cual deviene una contraposición hacia EEUU, y cuyos actores son Venezuela donde su presidente Hugo Chávez lucha radicalmente contra el imperialismo, constituyéndose junto con Argentina, Brasil, Uruguay, Chile y Bolivia en un grupo geopolítico que ejercen un control eficiente de su desarrollo en el hemisferio occidental.



Frente a los aspectos introductorios en comento, se tiene que esa campaña de control del sistema internacional por parte de EEUU no tuvo los resultados que se esperaban al momento en que el entonces presidente Bush bajo el pretexto de una lucha mundial contra el terrorismo inició una campaña de dominio mundial geopolítico en especial del Medio Oriente donde todos sabemos son naciones ricas en hidrocarburos y cuyas reservas petrolíferas son incalculables a futuro, todo ello con un ingrediente especial y hegemónico tal y como es la ejecución de operaciones militares. A contrario sensu, países de Asia Central como China, India, Pakistán, Irán, Corea del Sur y otras naciones de Suramérica han dado su aparición en el escenario internacional, y donde de cuyas alianzas se han convertido hoy por hoy a un objetivo de fortalecer un sistema internacional multipolar difuso, cuyo propósito ha sido el desarrollo global de sus comunidades.

En torno al desarrollo temático y frente al interrogante por desarrollar y propuesto por la docente es eminentemente importante dejar en claro que “no es posible bajo ninguna premisa o realidad el volver a esa suerte de control global que se suscitó a principios del Siglo XX hasta lo que la historia predica como la Caída de la URSS”, veamos a continuación los diversos factores que me llevaron a dar con esta afirmación:

Podemos dejar en claro que por espacio de unos cuarenta y cuatro años el sistema internacional permaneció dominado por una lógica geopolítica basada en el poder de dos grandes potencias, cada una de ellas con una esfera de influencia y de control, los Estados Unidos de Norteamérica y lo que en su momento se llamó Unión Soviética, naciones que incitaban mutuamente a su poderío en la carrera armamentista y nuclear así como de la amenaza de que con ello se adelante una destrucción masiva mutua, lo que conllevó a que el resto de naciones del mundo vivieran constreñidas a los designios de estas dos superpotencias.

Si otrora se decía que la economía mundial únicamente era manejada respecto de los modelos económicos que solo estas dos superpotencias, y en especial EEUU diseñaban e imponían al resto de naciones, hoy por hoy y a causa de los efectos de la globalización y en especial de las mutaciones económicas que contrajo su descontrol en lo que atañe al libremercado[1] hizo que tal y como lo dejé en claro en párrafos anteriores, surjan nuevas potencias que se identificaron igualmente por mantener unas economías sólidas y que por lo tanto no se regían por las imposiciones capitalistas de los EEUU sino que por el contrario su crecimiento a ritmo notable permitieron mostrar frente a las dos superpotencias un poderío económico y militar de países de Asia Central como China, Corea del Norte, Pakistán, India, Irán, naciones de las cuales desarrollaban sus alcances nucleares y de macromecados en forma paralela y concomitante frente a EEUU y la antigua URSS, hoy conocida como Rusia. Cambios que generaron un descontrol en los sistemas jurídicos de tendencia internacional y que ante la aparición de nuevos líderes o potencias mundiales generaron con ello una inseguridad jurídica impuesta por la ONU en torno a que si bien antes los designios jurídicos eran de tendencia bipolar, luego fueron multipolar y con beneficios para cada país en procura de ellos mismos y no de un orden mundial unificado.

Grandes estudiosos y tratadistas de temas acerca de Desarrollos Geopolíticos en el Sistema Internacional, mencionaban[2]:

“Los últimos 16 años han sido un periodo de ha presenciado varios cambios geopolíticos a escala mundial que se contrastan con la relación inercia del sistema entre 1945 y 1989. La desaparición del sistema socialista en Europa Central y Oriental en 1989 y la posterior desagregación de la URSS en 1991 dieron ligar inicialmente a la percepción pasajera de un “nuevo orden internacional” basado en el respeto al derecho y las instituciones intergubernamentales y a una hegemonía “suave” y aceptada de los Estados Unidos de Norteamérica. Esta situación cambió con la llegada de George W. Bush a la presidencia de este Estado y con los atentados terroristas del 11 de septiembre del año 2011, que sirvieron de pretexto para poner en práctica una política de hegemonía “fuerte” y de control de las fuentes de recursos energéticos en el Medio Oriente y en Asia Central. Hegemonía que se ha visto erosionada por el fracaso en el control político, económico y militar en Irak y en Afganistán y que ha permitido varios desarrollos geopolíticos regionales que, como en el caso de la afirmación creciente de China, pueden llegar a ser mundiales”. (CHAVES, 2005)

Por otra parte y como una segunda medida puedo argumentar que tal y como lo dejé en claro anteriormente, en la actualidad ya no podemos seguir hablando de dos superpotencias internacionales, con la caída de la URSS en 1991 el mundo quedó a merced en forma económica y militar de los EEUU toda vez que su poderío en estos dos campos le permitía mantener una hegemonía mundial que lo mantenía en la élite mundial y que el resto de naciones del mundo se subsumían a ese poderío, el mismo que al ser desconocido conllevaría consecuencias funestas en su situación económica, militar y política. No obstante después de los hechos ocurridos en la Primera y Segunda Guerra Mundial (1914 y 1945) y con el fin de ponerle freno a sucesos catastróficos internacionales y a que los hechos no se vuelvan a suceder tal y como en su momento se le ordenó a la creada Sociedad de Naciones y luego a la Organización de las Naciones Unidas –ONU- los Estados Partes comenzaron a suscribir una serie de Tratados entre los cuales se determinaba acerca del Principio de No Intervención gestado por EEUU donde ningún otro país se podía involucrar en los asuntos internos del otro, situación que a la luz del Sigo XXI no es del todo cierto pues si bien el imperio yanqui promulgó por dicho principio lo es igualmente que éste si interviene en los problemas internos de los países donde tiene participación política y económica, tal y como viene sucediendo con varios países de Centro América y Sur América, excepto Venezuela, Cuba, Nicaragua, entre otros, tal y como se puede apreciar en el siguiente comentario dado por el doctor BENJAMIN HERRERA CHAVES:

“Por último sería inconcebible la postura de confrontación asumida por Hugo Chávez en Venezuela sin los contratiempos de los Estados Unidos en Asia. El desafío de Venezuela a los Estados Unidos se conjuga con los procesos que han conducido a la llegada de gobiernos de izquierda moderada en Argentina, Brasil, Uruguay y Chile, así como a las perspectivas de movimientos que se sitúan en contravía a los designios de los norteamericanos en el Hemisferio Occidental, en particular Evo Morales en Bolivia”.[3]

Consecuente con lo previamente citado se tiene que en los últimos 16 años se suscitaron dos grandes cambios en la geopolítica mundial y de la misma manera ya hizo su aparición un tercer cambio. El primero yal y como lo he manifestado con el fin de la bipolaridad de EEUU y la URSS u hoy conocida como la Rusia, pues es bien sabido que frente a los ejes económico y militar aparecieron naciones del sistema comunista en Europa Central y Oriental, pues es menester dejar en claro que con el fin de la Guerra Fría[4] que trajo episodios como la caída del Muro de Berlín así como la reunificación de las dos Alemanias en 1990, y como marcado cambio la desintegración de la URSS en 1991, el mundo presenció la única hegemonía de Estados Unidos de Norteamérica en la política mundial. Como segunda medida se puede definir la llegada de George W. Bush a la presidencia de los EEUU abanderando una política exterior en pro del dominio y control político, económico y militar de la esfera mundial en contra de las alianzas pactadas. La tercera es la que en momento se temía por parte de EEUU y era que al haber fracasado esa política exterior y cuyos alcances se situaron en Irak y Afganistán, permitió un proceso de afirmación creciente de potencias regionales, una de las cuales, China, tuvo ambiciones mundiales y donde el acceso a los recursos energéticos de hidrocarburos jugó un papel importante, y otra como en los casos de Irán y Corea del Norte, han buscado y por consiguiente en la actualidad han obtenido el acceso al estatuto de potencia nuclear, que otrora solo era adjudicado o se lo adjudicaba EEUU.

Argumentar de que podría ser posible volver a una suerte de control global ejercido y presenciado durante el principio del Siglo XX hasta la caída de la URSS sería ir en contravía de una realidad mundial que emergió tras el liderazgo unilateral de EEUU, pues es sabio manifestar que con la desagregación de la URSS-que dio paso a quince estados- solo le quedó a los Estados Unidos de Norteamérica el liderazgo mundial en sus esferas políticas, militar y económica, pero habrá que advertir que detrás de esta hegemonía conllevó a la aparición de esas nuevas potencias, ya que si retomamos épocas pasadas y ante la percepción de estar perdiendo la Guerra Fría, venía a sumarse a la sensación de que aún en el campo occidental el predominio de EEUU se había visto superado y que desee los años 70 tendría que obligatoriamente compartir la escena internacional con dos grandes competidores, producto, en parte de sus propias políticas anticomunistas: la Comunidad Económica Europea –hoy conocida como Unión Europea) y Japón[5].

Por lo tanto se tiene que nadie proveía la desaparición de la Unión Soviética, la cual era vista ya no como enemiga sino como aliada de EEUU, así como de los países de Europa Occidental tal y como lo era el Reino Unido, había dejado de ser una amenaza y se vislumbraba como socia en pro de obtener soluciones a sus problemas que se les avecinaba, pues era bien sabido que el único líder e interlocutor era la potencia americana quien podría evitar el caos así como el fenómenos de los peligros nucleares asociados, tal y como fue la catástrofe nuclear de Chernobyl y el advenimiento de nuevas naciones que bajo el pretexto de la generación de la energía nuclear se estaban armando con armas de destrucción nuclear tal y como sucedió con varios países de Asia Central entre los cuales se tiene a India, Pakistán, Corea del Norte, Irán, entre otros, quienes con su carrera armamentista de tornaban como nuevas potencias militares.



Frente a la crisis económica vivida por varias potencias mundiales, podríamos decir que en su momento la hegemonía norteamericana se daba por consenso más no por imposición; las Sociedades y los Estados del sistema internacional asumían que la propuesta social, económica y el régimen político de los cuales era portador EEUU eran válidos; solo hacía falta consolidar es visión desarrollando una globalización económica que terminaría por implantar un sistema armónico liderado por los yanquis.



Los ataques terroristas del 11 de septiembre así como la invasión a Afganistán y el derrocamiento del régimen Talibán en pro de la lucha mundial contra el terrorismo, fueron o sirvieron de pretexto a la presidencia de Bush para adelantar sus objetivos geopolíticos de dominación mundial; la pregunta obvia es si era realmente el terrorismo islámico internacional el objetivo central de la invasión a Afganistán o por el contrario habían otros designios que se hallaban cubiertos por los atentados del 11-9, incógnita que se superpone en la actualidad y que todos sabemos de que se trataba solamente del apoderamiento por parte de EEUU a las fuentes de hidrocarburos y gas actuales y futuros de Asía Central y sus alrededores basados en la utilización de plataforma militar las zonas de Irak y Afganistán, eso si era la verdadera visión oscura del imperio Yanki[6].



En ese orden de ideas y como quiera que en el nuevo orden mundial han aparecido nuevas potencias como las de Europa y en especial de Asia Central, y como quiera que aparición de una globalización descontrolada de libre mercado han permitido dar cuentas que no es posible volver a una suerte de control global durante el principio del Siglo XX y lo sucedido hasta la posterior caída de la URSS.



Por lo tanto y luego de este breve análisis me ocupo de presentar las siguientes conclusiones:



  1. Sabían que, incluso después de la desaparición de la URSS, Estados Unidos ya no estaba solo en el mundo, pero también sabían que la partida en la que se decidía la suerte del planeta se jugaba con unas cartas que ellos mismos habían repartido y de acuerdo con unas reglas que les favorecían, y que era impensable la irrupción de un contrincante con una fuerza y con unos intereses globales comparables. La primera guerra del Golfo, que contó con el respaldo de Naciones Unidas y de la comunidad internacional, y la reacción inmediata a los atentados del 11 de septiembre pusieron de manifiesto la fortaleza de la postura norteamericana tras la caída de la Unión Soviética.



  1. Con el advenimiento de potencias como las de Europa y en especial de Asia Central ( China, Irán, Corea del Norte, Pakistán, India, entre otros), y como quiera que aparición de una globalización descontrolada de libre mercado han permitido dar cuentas que no es posible volver a una suerte de control global durante el principio del Siglo XX y lo sucedido hasta la posterior caída de la URSS.



  1. Frente a la aparición de nuevas potencias que controlan y desarrollan modelos económicos sostenibles, se tienen a naciones de suramérica como son Venezuela, Argentina, Brasil, Uruguay y Chile, gobiernos de izquierda que han entrado en contravía a los postulados económicos y políticos impuestos por EEUU, situación que no sucede con Colombia principal aliado en nuestro continente.



  1. Si las tendencias se afirman, tendremos que en un lapso de tiempo más corto aún que el de la Guerra Fría, que en términos históricos tuvo poca duración, la hegemonía absoluta norteamericana ha sido aun más corta y vemos perfilarse un sistema internacional multipolar, con un actor regional con influencia mundial como es la China, y una serie de potencias regionales que buscan crear sus propios balances de poder como son la India y Brasil, y otros como Indonesia, Turquía y Africa del Sur, quienes ya muestran su desarrollo económico de tendencia avanzada.



  1. La principal tarea de la política internacional, y también la más urgente, es brindar a Estados Unidos la oportunidad de abandonar su postura megalómana para regresar a una política exterior racional. Porque, nos guste o no, Estados Unidos seguirá siendo una superpotencia, una potencia imperial, incluso en una etapa de declive económico relativo evidente.


BIBLIOGRAFIA



"The War Zone AD". (s.f.). Obtenido de http://www.bibliotheca.org.uk/.



«War,Peace and Hegemony at the Beginning of the 21st Century», Delhi, 17 de diciembre de

2004; traducción castellana de Ferran Esteve.



CHAVES, B. H. (2005). DESARROLLOS GEOPOLITICOS EN EL SISTEMA INTERNACIONAL. PAPEL POLITICO, 397-416.



ESTEVE, F. (2004). «War,Peace and Hegemony at the Beginning of the 21st Century», Delhi, 17 de diciembre de.



JUDIS, J. (s.f.). "War on Global Terrorism Was Destined to Fail": Carnegie Endowment For International Peace: http://carnegieendowment.org/publications/index.cfm?fa=view&id=1744&prog=zgp&proj=zme,zusr.



KENNEDY, P. (1989). "Auge y Caída de las Grandes Potencias". España: Plaza y Janes Editores.









[1] «War,Peace and Hegemony at the Beginning of the 21st Century», Delhi, 17 de diciembre de 2004; traducción castellana de Ferrán Esteve.
[2] El Doctor BENJAMIN HERRERA CHAVES es Director de la Maestría en Relaciones Internacionales y de la Especialización en Integración en el Sistema Internacional de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.
[3] Afirmó el autor: Para concluir, si estas tendencias se afirman, tendremos que en un lapso de tiempo mas corto aún que el de la Guerra Fría, que en términos históricos tuvo poca duración, la hegemonía absoluta norteamericana ha sido aún más corta y vemos perfilarse un sistema internacional multipolar, con un actor regional con influencia mundial, la China y una serie de potencias regionales que buscarán crear sus propios balances de poder, la India y Brasil, serían las expresiones más claras, pero podrían aparecer otros, como Indonesia, Turquía, Africa del Sur”.
[4] Llamada así porque no se dio un enfrentamiento armado directo entre las dos grandes potencias. Periodo sin embargo, que presenta un gran número de guerras “subsidiarias” en Africa, Asia y levantamientos armados en América Latina: China (1945-1949), Vietnam (1945-1975), Corea (1950-1953), Cuba (1956-1959), Congo (1964), Afganistán (1979-89-92), etc. ("The War Zone AD")
[5] Posiblemente la obra que académicamente mejor recoge ese sentimiento de estas siendo superados por otros actores sea la de Paul Kennedy: “Auge y Caída de las Grandes Potencias”,  El objetivo de Kennedy era lanzar un llamado de alerta a sus compatriotas y mostrar a la luz de la historia cuáles eran las causas que habían conducido a los grandes imperios, desde la antigüedad, a ser superados.
[6]  www.carnegieendowment.org

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